Con el fin de conocer un poco más a fondo sobre la historia de la medicina en República Dominicana, la Sociedad Dominicana de Historia de la medicina realizó un panel que fue desarrollado por el presidente de la entidad; Fernando Sánchez Martínez y el secretario Fernando Fernández, que tuvo como ubicación el Colegio Médico Dominicano
En éste panel fue analizado a fondo el libro escrito por el doctor Santiago Castro Ventura, que tiene como título “Historia de la educación médica dominicana”. Éste análisis fue llevado a cabo por los doctores César Mella, Alejandro Pichardo y Tito Subero Portorreal.
En el libro escrito por el doctor Santiago Castro Ventura se describe los problemas que durante décadas han estado afectando a la medicina dominicana, tal como lo es la hechicería, y el orden social, económico y político.
La Universidad Santo Tomás de Aquino fue cerrada en 1801 y reabierta en 1815, para posteriormente ser cerrada otra vez en 1823 hasta 1882, y no fue hasta la apertura del Instituto Profesional en 1866 que impartieron educación médica institucional en República Dominicana.
A causa del desprecio por la educación que mostró Pedro Santana la Historia de la medicina en República Dominicana estaba en pausa, puesto que por 60 años no hubo enseñanza de la medicina. El Instituto Profesional abrió de forma formal en 1872 a cargo de Fernando Arturo Meriño y luego cerró de 1891 a 1895.
Desde que cerró el Instituto Profesional varios de los estudiantes y médicos se trasladaron a ciudades en el extranjero como Caracas y Cuba. Mientras que otros médicos se titularon a base de la experiencia hasta que por mandato presidencial se tomó la decisión de retornar a la universidad en el año 1914.
En el período de dictadura de Ulises Heureaux la medicina fue prácticamente nula marcando la Historia de la medicina en República Dominicana, puesto que el dictador creía en la hechicería más que en la ciencia, y los programas de educación para médicos no estaban enfocados en formar a profesionales capaces de dar respuestas a las enfermedades autóctonas.
En este periodo los médicos se titulaban sin importar si carecían de conocimientos de medicina. Mientras que otros eran perseguidos y asesinados entre ellos Ramón de Lara, José Tejada Florentino y Toribio Bencosme, para que posteriormente médicos extranjeros llegaran a ofrecer atención médica al dictador.
Cuando la dictadura cayó trajo consigo resultados positivos como la democratización de la Universidad de Santo Domingo, sellada con el Movimiento Renovador Universitario. Y la situación sanitaria cambió durante la revolución de 1965, dándole un giro a la historia de la medicina en República Dominicana, por medio de la privatización de los servicios de salud y las universidades.