La impresión tridimensional (3D) ha recorrido un largo camino desde su debut hace 30 años y está abriendo nuevas oportunidades en una variedad de industrias. Siguiendo las avenidas de la innovación y los avances, las impresoras 3D están diseñadas para proporcionar ideas de creación de prototipos más rápidas, resolver problemas con mayor inventiva y aumentar la rentabilidad. Creo que el potencial de la impresión 3D es de gran alcance, y un sector que está a punto de beneficiarse enormemente es la biomedicina y la industria de la salud.
Un nuevo paisaje de trasplante de órganos
Las impresoras 3D han recreado exitosamente partes del cuerpo tan complejas como los vasos sanguíneos, lo que demuestra que esta tecnología tiene mucho potencial sin explotar. A partir de hoy, los organoides (mini órganos) ya están siendo construidos por profesionales médicos. En 2017, un equipo de ingenieros biomédicos de la Universidad de Pohang en Corea del Sur, utilizando una impresora 3D y tejido vivo tuvieron éxito en el desarrollo de lo que llamaron bio-vasos sanguíneos. La clonación in vitro de partes completas del cuerpo ha sido durante mucho tiempo un sueño de la esfera médica del siglo XXI y, si bien esta hazaña demuestra la naturaleza disruptiva de la impresión 3D, es apenas un rasguño en la superficie de las posibilidades anunciadas por la impresión 3D. Creo que un marco integral que permite la producción y el análisis de estos pequeños trozos de tejido está al alcance y puede desarrollarse para fomentar la creación de órganos, un desarrollo que proporcionaría un paso adelante en la necesidad de trasplantes de órganos.
Fármacos más inteligentes
La impresión 3D presenta a los farmacólogos un nuevo nivel de precisión que puede ayudarlos a diseñar píldoras que contengan varios componenetes, todas con diferentes tiempos de liberación, proporcionando una solución potencial a quienes padecen una variedad de dolencias y necesitan tomar una gran cantidad de píldoras. El diseño ingenioso de estos fármacos les permite lanzar de forma inteligente diferentes compuestos terapéuticos en momentos específicos, una hazaña que es posible gracias a las impresiones 3D con mayor precisión.
Muchos procedimientos médicos, especialmente aquellos de naturaleza quirúrgica, pueden ser difíciles, incluso para cirujanos altamente capacitados. Al proporcionar una réplica de órganos y partes del cuerpo, las impresoras 3D brindan a los médicos una visión que no puede ser replicada por ninguna forma de diagnóstico médico. A diferencia de la impresión de órganos, esta práctica ya es un lugar común en el ámbito médico. A principios de julio, un equipo de cirujanos del Hospital Rashid de los Emiratos Árabes Unidos pudo realizar una intrincada maniobra quirúrgica que les obligó a aplacar de forma segura cuatro venas de un hombre de 60 años gracias a la práctica anterior que habían tenido con los modelos impresos en 3D.
Un nuevo futuro para la industria médica
La impresión 3D marca el comienzo de una nueva era de eficiencia, rentabilidad y conveniencia en la industria médica. La tecnología está liderando el camino hacia el desarrollo de un marco sostenible para abordar los órganos que funcionan mal: los expertos predicen un futuro no muy lejano en el que la impresión 3D puede facilitar el reemplazo de órganos más barato y un mejor pronóstico del paciente.
Las prótesis impresas modulares en 3D han debutado en la escena médica con la misma funcionalidad que los modelos convencionales, pero a tan solo la mitad del costo.
Fuente: Forbes